La Unión de Consumidores (UCE) ha exigido al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que refuerce la plantilla del único centro de salud de Torremolinos a fin de que la avalancha turística no acabe colapsando consultas que ya están saturadas. Según la UCE, cada uno de los 13 médicos que trabajan en ese ambulatorio tiene asignados cerca de 4.000 pacientes, cuando lo recomendable es que esa cifra no supere los 2.000. La sobrecarga de trabajo obliga a los facultativos a no echar más de tres minutos con cada enfermo. Pero esta situación se agrava en verano, cuando la población se multiplica y los facultativos toman vacaciones. "Es una tomadura de pelo que, cuando la demanda asistencial se dispara, la plantilla se reduzca a la mitad. No podemos permitir que por cada dos profesionales que estén de vacaciones se ponga un sustituto", protesta Enrique Alija, portavoz de la UCE. En época estival, la cita previa para las consultas de medicina general supone una espera de cinco días y el único médico asignado a los desplazados -los pacientes de otros municipios que veranean en el pueblo- atiende más de 100 enfermos diarios. La queja no es nueva. Las protestas por la masificación del centro de salud son constantes y se acentúan con la llegada del verano. Mediante una carta remitida el viernes al delegado de Salud en Málaga, Jaime Alonso Oliva, la UCE advierte que, además, la falta de personal puede colapsar las urgencias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de junio de 1998