Las técnicas de sedimento en el análisis de restos humanos, como el pelo, el sarro de los dientes y los huesos, en los que los residuos de sustancias opiáceas y otras drogas no se eliminan nunca, han empezado a utilizarse en las investigaciones arqueológicas. Es así como han podido ser identificados residuos de opio incorporados al cálculo dental incisivo de un individuo del neolítico medio. Su esqueleto contenía un cráneo con doble trepanación, por lo que los expertos que lo hallaron en el yacimiento de Gavà presumen que fue narcotizado con fines médicos.A juicio del catedrático de Prehistoria de la Universidad de Barcelona Josep Maria Fullola, las sociedades prehistóricas realizaron un uso polivalente de las drogas. Uno de ellos era la utilidad médica puesto que ya conocían la cualidad de las drogas para aliviar el dolor.
Las investigaciones permiten también confirmar que es en la Península Ibérica y en el periodo neolítico donde se domesticó el opio. También han aparecido semillas de adormidera de esa época en Granada.
La bioarqueología es una de las actuales especialidades aplicadas al análisis de restos en yacimientos para investigar detalles de las formas de vida prehistóricas. Actualmente existen nuevos sistemas analíticos de detección de restos orgánicos microscópicos, que se emplean de forma similar a las técnicas forenses aplicadas a la arqueología.
El Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas, de la Universidad de Barcelona, es uno de los departamentos pioneros en estas investigaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de junio de 1998