Marruecos fue el contrapeso a buena parte de las selecciones eliminadas. Lejos de tomar medidas contra el entrenador (como ha sucedido en las de Corea, Túnez, Arabia Saudí) o de dimisiones anticipadas (caso de Japón y Bulgaria), el caso de Marruecos es distinto: las autoridades han ofrecido la nacionalidad marroquí al técnico francés Henri Michel, que vivió, junto a los jugadores, una recepción especial en el palacio del rey Hassan II en Rabat. Esta nacionalidad será efectiva en pocos meses.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de junio de 1998