Los nacionalistas serbios conmemoraron ayer el día de San Vito, que marca la derrota del reino de Serbia en 1389 ante las tropas del Imperio Otomano. El lugar sagrado es Kosovo Polje, cerca de Pristina, en pleno corazón del conflicto kosovar. En la foto, un grupo de monjas ortodoxas acuden a orar al monasterio de Gracanica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de junio de 1998