Los quioscos de prensa cerraron ayer en Sevilla en señal de protesta contra la nula disposición negociadora del sector de la distribución. Un millar de personas relacionadas con la venta de periódicos y otros artículos de prensa se manifestaron desde el Prado de San Sebastián hasta el Ayuntamiento, donde obtuvieron el compromiso mediador de la junta de portavoces y el apoyo expreso de Luis Pizarro y Carmelo Gómez, portavoces respectivos de IU y el PSOE. El conflicto llega a su cuarta semana. Los quiosqueros se niegan a vender productos de Distrisur por estimar excesivos los beneficios que a su costa dicha empresa obtiene en portes y fianza; esa negativa encontró la respuesta de Publisevilla, empresa de distribución, de no entregar sus productos a quien mantuviera la huelga contra Distrisur. La medida es interpretada como una muestra de monopolio enmascarado y una afrenta a la libertad de mercado. Presentaron casi trescientas denuncias en el juzgado de guardia por la actitud de Publisevilla. "Seguimos sin vender una revista hasta que se sienten a negociar", dijo un quiosquero en referencia a Andrés Martín y Luis Durán, gerentes de Publisevilla y Distrisur, respectivamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de julio de 1998