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Tribuna:

Calle rebautizada

Los abajo firmantes, vecinos de la calle Relator en el tramo rebautizado por la señora alcaldesa (sin consulta previa) con el horrísono nombre de Virgen del Carmen Dolorosa, y hoy conocida en la GMU a efectos técnicos como "prolongación de San Blas", donde se están llevando a cabo obras de infraestructura con excavado de terreno, queremos señalar: Que las viviendas edificadas en este tramo lo han sido en su mayoría a principio de siglo y por lo tanto su nivel de cimentación es bastante elemental y en algunos casos inexistente, lo cual no va en absoluto en menoscabo del derecho de las mismas a ser respetadas en su integridad. Que observamos hasta ahora un absoluto menosprecio para con los vecinos y residentes de ese tramo de calle, ya que cuando se abren hoyos en el suelo no se ponen, en muchas ocasiones, tablas ni otras alternativas de paso que eviten el peligro a los peatones, habida cuenta, además, de que hay personas de edad avanzada entre los vecinos, situación que ya ha ocasionado algún pequeño accidente. Que tras advertencia verbal del propietario de una vivienda en el sentido de señalar el hecho de que hubieran aparecido grietas, se produjo la visita de un funcionario de la GMU el cual, sin llegar a identificarse, en el momento dijo que "lo que había que hacer era tirar con todas las casas viejas" y que, de todos modos, el trozo de la casa afectada por las grietas lo iban a tener que tirar. Que se están produciendo daños evidentes en las fachadas de los edificios de ese tramo de calle por la acción de la maquinaria en una zona tan estrecha. Entendemos que posiblemente este punto sea inevitable por lo difícil de las maniobras, lo que no es tan comprensible es la actitud prepotente de la Administración que, nos da la impresión por lo anteriormente dicho, estaría incluso interesada en favorecer este tipo de accidentes a golpe de excavadora para acabar con las viviendas que no les sean cómodas a su planificación.- . Sevilla.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de julio de 1998