El director de la Oficina Presupuestaria, José Barea, se salió ayer de nuevo por la tangente: recriminó al Gobierno su escasa aportación económica en el campo de la investigación y el desarrollo. "La investigación en España es la asignatura pendiente de la Administración pública y de la privada". Así de tajante se mostró Barea a la hora de señalar esta carencia presupuestaria en el curso Economía y empresa: viaje al siglo XXI, que la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) imparte en El Escorial.Barea anunció también que los presupuestos generales serán muy restrictivos hasta el año 2002, fecha en la que se conseguirá el equilibrio en las cuentas públicas, de acuerdo con los pactos de estabilidad. Todas las partidas presupuestarias, excepto las que se refieren a los gastos sociales, sufrirán recortes y frenazos hasta el citado año. "Aunque en 1999 habrá un déficit máximo del 1,7%, frente al 2,2% de este año, no queda más remedio que reducir los gastos", aseguró Barea. "Habrá que ajustar los gastos generales de la Administración pública, del sistema judicial, de los asuntos externos, de Defensa y, en general, del resto de las partidas presupuestarias, salvo las de protección social", añadió.
Barea afirmó que en el futuro se privatizarán los hospitales: "Habrá que convertir los hospitales en entes con autonomía jurídica, a los que hay que sacar del ordenamiento administrativo".
Por otra parte, el ex presidente de la Fundación BBV y presidente de la Fundación Cotec, José Ángel Sánchez-Asiaín, también se pronunció en la línea que defiende Barea y reafirmó la necesidad de ampliar las inversiones en el desarrollo de la innovación y la tecnología.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de julio de 1998