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El obispo Reig dice que la iglesia es la única que fija sus demaraciones

El obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Juan Antonio Reig Plá, fue ayer tajante, pese a su intención de "desmarcarse" de la polémica surgida ante posible cambios en los límites territoriales por las diferencias con los eclesiásticos: "Los límites sobre las diócesis no dependen de la voluntad de ningún obispo en particular. La Conferencia Episcopal tiene una comisión de límites que será la que decidirá". De esta manera, Reig Plá quería dejar bien claro que las intenciones de la diócesis de Tortosa pueden quedarse en proyectos si la Conferencia Episcopal no se pronuncia a favor de la adscripción de los municipios castellonenses que forman parte de la diócesis tarraconense a una única región eclesiástica catalana. El obispo castellonense no quiso valorar la posibilidad de que estos cambios puedan provocar variaciones en los límites provinciales; simplemente, optó por instar a los pueblos del norte de Castellón a que "expongan con libertad lo que quieren en cada momento". Respecto al papel de la Iglesia, mantuvo que ésta "debe dar a sus feligreses aquello que más les beneficie y esa es la responsabilidad de la Iglesia". Por su parte, el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, se refirió al tema como una polémica iniciada intencionadamente. Fabra relacionó el hecho con el dictamen realizado por el Consell Valencià de Cultura sobre el valenciano. Así, señaló que "como parece que se está resolviendo el problema de la lengua hay quien quiere buscar nuevos motivos de enfrentamiento entre los ciudadanos". Fabra quiso desmarcar la organización administrativa de la eclesiástica y subrayar la autonomía de sendos gobiernos. "Nos parece muy bien como está todo y debe seguir así, según nuestro parecer", señaló

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de julio de 1998