El gigante francés resultante de la integración de Matra Hautes Technologies en Aéroespatiale es la matriz de un proyecto más ambicioso llamado a construir el futuro gran polo aeronáutico civil y militar europeo. Horas después del anuncio de la privatización de Aéroespatiale y de la absorción de Matra, el Gobierno francés invitó al resto de las firmas europeas del sector -British Aeroespace (BAe), la alemana DASA, la italiana Alenia, la sueca SAAB y la española CASA, entre otras- a unirse a esta alianza estratégica que debe dar la réplica al reagrupamiento de las grandes empresas norteamericanas del sector. El objetivo, tantas veces apuntado por el primer ministro francés, Lionel Jospin, no es otro que el crear una identidad europea a partir de una base industrial y tecnológica común, indicó el ministro de Economía, Dominique Strauss-Kahn.La unión de Aéroespatiale y Matra, que suman una cifra de negocios estimada en 77.000 millones de francos (1,9 billones de pesetas), convertirá, de hecho, a este grupo en el quinto más importante del mundo, detrás de Boeing (275.000 millones de francos), Lockheed Martin (169.000), Britihs Aeroespace (83.000) y Raytheon Hughes (82.000).
El procedimiento de privatización anunciado por el Ejecutivo socialista francés es similar al empleado por el Gobierno de Jospin para la formación del "polo electrónico de defensa", creado en torno a Thomson-CSF con la incorporación de los segmentos específicos de Aérospatiale, Dassaut Electronique y Alcatel. A la espera de las respuestas de las firmas europeas, el Estado francés se reserva algo menos del 50% del capital de Aéroespatiale y cede a Matra, filial de Lagardère, entre el 30% y el 33%, y a los trabajadores un porcentaje por determinar, inferior al 5%. El 20% del capital restante será sacado a Bolsa y destinado mayoritariamente al sector privado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de julio de 1998