Los ministros de Medio Ambiente de los 15 países europeos de la Convención Ospar (convenio para la protección del medio marítimo del Atlántico Noroeste) acordaron ayer en Sintra (Portugal) prohibir el hundimiento de plataformas petrolíferas en el mar. El acuerdo, que Greenpeace ha calificado de "victoria histórica", fue logrado tras dos días de intensas discusiones que desembocaron en la aceptación del Reino Unido y Noruega, los más afectados y reticentes a la medida.Para el caso de las plataformas con más de 10.000 toneladas, los asistentes acordaron que no sean desmantelados los pilares metálicos de las bases pero sí que se prevea que en el futuro puedan ser reciclados.
Los ministros aprobaron, asimismo, el freno al vertido de sustancias radiactivas en los océanos y la necesidad de evitar la producción de nuevas sustancias químicas. Tambíén serán eliminados los materiales tóxicos, persistentes y bioacumulativos en el medio marino. "El público europeo, que no quería y no quiere que el mar sea utilizado como un basurero, ha ganado", declaró Rémi Parmentier, de Greenpeace Internacional.
La Convención Ospar, de la que forma parte España, fue ratificada en marzo pasado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de julio de 1998