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Incapacidad exasperante de Salamanca y Mallorca

Salamanca y Mallorca se aburrieron mutuamente en el estreno de esta Liga. En su afán por aplicar hasta las últimas consecuencias la táctica del desgaste, ambos equipos llegaron a exasperarse. Sólo se vio algo de intensidad, que no fútbol, tras la expulsión del capitán del Salamanca, Everton Giovanella, a falta de 25 minutos para la conclusión del partido. En ese instante, el Mallorca decidió mostrar su cara más ofensiva, que se redujo a unas pocas carreras de Carlitos. El Salamanca no reaccionó ni con la expulsión de Marcelino, aunque corrió algo más hacia la portería de Roa. El legado de la primera parte se quedó en un par de intervenciones de ambos porteros. La calidad tampoco apareció luego, pero hubo, al menos, más velocidad y más suspense. Algo es algo.

Esperaban los dirigentes del club charro que la visita del Mallorca animara a la afición para culminar la campaña de captación de socios. Con el fútbol que practicó ayer el equipo de Miguel Ángel Russo, alguno se quedaría con ganas de darse de baja. No dio apenas muestras de peligro este Salamanca que respondió a la perfección a la máxima de mucho toque que preconiza su nuevo técnico. Esa idea sólo se aplicó en el centro de la cancha, nunca en las bandas y pocas veces con sentido. Aun así, Vellisca y Leo Ramos lanzaron dos balones al palo que demuestran que al menos en estrategia este equipo funciona.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de agosto de 1998