El presidente de la Confederación de Bancos Alemanes, Martin Kohlhaussen, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a los trabajadores, inversores y ahorradores germanos ante posibles situaciones de pánico por las repercusiones de la crisis rusa en Alemania. Kohlhaussen advirtió que la crisis no pone en peligro ningún puesto de trabajo en Alemania y señaló que sólo un 2% de las ventas alemanas van a Rusia. En declaraciones a una cadena de radio, informó que los bancos alemanes tienen invertidos en Rusia unos 50.000 millones de marcos (4,25 billones de pesetas).En cambio, el presidente de las Cámaras de Comercio de Alemania, Hans Peter Stihl, asegura, en una entrevista que hoy publica Focus, que "en estos momentos no construiría una fábrica en Rusia". "Limitaremos las entregas de productos al Estado ruso, ya que sus pagos y sus promesas se han convertido en algo incierto", afirma. Por otro lado, la Oficina Federal de Empleo, en una primera estimación oficial, informó ayer que en agosto han dejado el paro 34.000 personas en Alemania, pero que aún afecta a 4,1 millones, en contra de los anuncios del canciller Kohl respecto a un descenso por debajo de cuatro millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de agosto de 1998