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Temor del Gobierno israelí a un atentado de judíos "ultras"

Los servicios secretos interiores israelíes (Shin Bet) han decidido reforzar las medidas de seguridad del presidente, Ezer Weizman; del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y del ministro de Defensa, Isaac Mordejai, ante el temor de un atentado de grupos ultraderechistas judíos contrarios al proceso de paz con los palestinos. Los tres dirigentes han recibido amenazas de muerte en los últimos días, y los servicios secretos las han tomado en serio hasta el punto de incrementar a niveles difícilmente descriptibles las medidas de protección en torno a ellos.Seguidores de la organización antiárabe Kach, ilegalizada en 1994, están llevando a cabo desde hace días "una sentada en señal de duelo" ante el domicilio de Mordejai y, según la prensa israelí, Netanyahu viste ahora, sistemáticamente, un chaleco antibalas cada vez que sale al aire libre. Además, la oficina del primer ministro ha dejado de facilitar su programa de actos cada vez que acude a un lugar especialmente peligroso, como ocurrió la semana pasada en su visita a los colonos de Hebrón.

El Shin Bet también ha recibido informaciones de que los ultraderechistas judíos podrían intentar atentar contra los árabes y sus símbolos, principalmente contra la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén (tercer lugar santo del islam, tras La Meca y Medina) para provocar una reacción violenta que bloquee definitivamente el proceso de paz. La Autoridad Palestina de Arafat ha advertido al Gobierno israelí de que lo considerará responsable de cualquier atentado contra los lugares santos del islam y que tal acción "provocaría una explosión incontrolable". Un responsable policial israelí ha reconocido que un acto terrorista en las mezquitas "provocaría un baño de sangre y un arrebato de cólera en todo Oriente Próximo".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de agosto de 1998