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Alperi revoca el polémico contrato gestionado por el área de Cultura

La comisión de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, con el alcalde Luis Díaz Alperi a la cabeza, acordó ayer revocar un polémico contrato de arrendamiento de un local destinado a sala de exposiciones, gestionado en agosto por el departamento de Cultura. La sala, situada en el número 8 de la céntrica calle de Canalejas, y que cuenta con 144 metros cuadrados útiles, debía funcionar como dependencia municipal para promocionar a artistas noveles. A la revocación del contrato se llegó tras varias semanas de una intensa polémica desatada tras denunciar los partidos de la oposición en el Ayuntamiento de Alicante un cúmulo de irregularidades y un supuesto trato de favor hacia el propietario del local, un médico al que se atribuyen lazos de amistad con el edil de Cultura, Pedro Romero. En el expediente que ayer se dio por concluido, consta un informe de los técnicos municipales que aconsejan alquilar el local por un precio nunca superior a las 195.000 pesetas mensuales, aunque Pedro Romero decidió el arrendamiento por importe de 350.000 pesetas. El contrato era por 10 años, transcurridos los cuales el propietario habría ingresado un total de 42 millones de pesetas, 15 más de lo estipulado por los técnicos municipales. El propio Romero compareció ayer en una conferencia de prensa para desmentir las acusaciones, que circunscribió a una campaña de desprestigio personal puesta en marcha por los partidos de la oposición, en supuesta connivencia con la prensa local, contra los que no escatimó descalificativos al igual que minutos antes lo hiciera el alcalde, Luis Díaz Alperi, convencidos ambos de que el caso constituía un claro ejemplo de compló contra el gobierno del Partido Popular. Petición del propietario El alquiler del local fue revocado a solicitud del propietario, que en una carta dirigida al primer edil explica que él no es político y que, dada la polémica desatada, no le interesaba mantener el contrato. Curiosamente, la moción del concejal Pedro Romero aprobada ayer en la comisión de gobierno reconoce que se llega a la revocación de la decisión, entre otros motivos, por las declaraciones de los concejales de la oposición al PP, que cuestionaban la validez del contrato y la justeza del precio acordado para el arrendamiento. El Ayuntamiento de Alicante no descarta, sin embargo, continuar las gestiones para conseguir un nuevo local en el que habilitar una sala municipal de exposiciones en el centro de la ciudad, en la que tendrían cabida muestras de artistas noveles y otros ya consagrados y las protagonizadas por los pintores que cada domingo acuden a la plaza de Gabriel Miró para intentar dinamizar esta zona de la población.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de septiembre de 1998