A pesar de que se define como un bibliófilo empedernido, la política editorial del presidente de la Diputación de Valencia, Manuel Tarancón, ha sufrido un serio varapalo por parte de los lectores valencianos. El organismo provincial presupuestó el año pasado unos ingresos de 128 millones por las ventas de sus publicaciones. Pero la recaudación final asciende a 5.269.743 pesetas, lo que supone un humilde 4,1% de la ambiciosa cantidad fijada por Tarancón en los presupuestos de 1997.
Los portavoces del PSPV, Josep Bresó, y Nova Esquerra (NE), Vicent Soriano, denuncian que los pírricos resultados de la venta de libros demuestran sus acusaciones de que el presupuesto provincial estaba "cuadrado a martillazos". "Tarancón hace un recuento del dinero que necesita gastarse cada año y luego fabrica los ingresos para que cubran sus gastos", critican los portavoces. Por eso, Soriano reprocha que la previsión de 128 millones de ingresos era a priori "totalmente inverosímil", ya que en los últimos cinco años la Diputación nunca ha recaudado más de cinco millones anuales por la venta de libros. De hecho, según los presupuestos de 1997, Tarancón confiaba en que los ingresos por este concepto aumentaran un 2.454% (de cinco a 128 millones). La política editorial de Tarancón al frente de la Diputación de Valencia ha estado marcada por la supresión de la Institució Valenciana d"Estudis i Investigació (IVEI), reemplazada por la Institució Alfons El Magnànim. Entre las últimas obras publicadas por la entidad figuran libros secesionistas como La lengua valenciana hasta Jaime I, de José Vicente Gómez Bayarri, El sector garrofero valenciano: pasado, presente y futuro o Enigmas de la Iglesia valenciana. "Para Tarancón un libro son dos tapas con unas cuantas hojas enmedio, le da igual que lo que hablen", reprocha Bresó, convencido de que al presidente "le ha entrado una fiebre editorial y sólo quiere presumir de que ha publicado muchos libros". Soriano denuncia que el presidente provincial del PP "devuelve favores a sus amigos con ediciones de libros que casi nadie publicaría". Sin embargo, Tarancón ha combinado estas ediciones con gestos a favor del legado de Max Aub, Vicente Blasco Ibáñez y Ausiàs March, bien recibidos por la oposición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de septiembre de 1998