La buena confitura está en el arca pequeña. Los dulces más exquisitos se asocian con los diminutos primores confiteros. Sin embargo, una pastelería gaditana decidió ayer poner en tela de juicio esta idea y conseguir que un gigantesco brazo de gitano fuera tan delicioso como un pastel de tamaño normal. La pastelería quería con esta idea celebrar el paso de la Vuelta Ciclista por su ciudad y alcanzar el consabido récord Guinness, una de esas aspiraciones consolidada a finales del siglo XX entre millones de personas. El brazo de gitano tenía 75 metros y sabía como el dulce más delicioso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de septiembre de 1998