Las reacciones de pesar y admiración a la obra y la persona de Kurosawa se sucedieron ayer, desde distintos puntos del mundo. Steven Spielberg dijo en Deauville, que Kurosawa era "un pintor de películas" y que su obra estaba "muy cercana a la de los impresionistas", para terminar diciendo que era "el Shakespeare del cine contemporáneo". El presidente francés Jacques Chirac lamentó el deceso del "gran maestro del séptimo arte por su amplitud, su sentido del detalle y su observación de la realidad social".El cineasta Andrzej Wajda dijo en Varsovia que Kurosawa le era particularmente próximo, porque "sus filmes eran universales y japoneses a la vez". El director de la Mostra veneciana, Felice Laudadio, recordó que "Fellini decía que Kurosawa era un dios, y Orson Welles que era el único capaz de ser Shakespeare".
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de septiembre de 1998