Estados Unidos preparó, meses antes de los atentados de Nairobi y Dar es Salaam, una detallada operación para la captura en las montañas de Afganistán de Osama Bin Laden, el millonario saudí al que considera el principal financiador del terrorismo islámico en el mundo.Esta operación fue finalmente cancelada debido a su extrema dificultad. Bin Laden se encuentra protegido por sus aliados talibán, a los que ayudó a ganar la guerra, y por la población local, que ve en él una especie de mecenas que invierte en mejorar las infraestructuras del país.
La CIA fue la encargada de ultimar los detalles del plan. El objetivo era capturar vivo a Bin Laden y trasladarle en secreto a EEUU para ser juzgado. Poco después, dos potentes bombas estallaron en las legaciones estadounidenses en Kenia y Tanzania, causando más de 260 muertos, 12 de ellos norteamericanos.
Por otra parte, las autoridades tanzanas informaron ayer de la detención de dos sospechosos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de septiembre de 1998