Decisión afortunada la de la Administración andaluza no sólo en los beneficios que a los andaluces les aporta el tener cubiertas sus necesidades farmacéuticas, sino también en que con esta medida Chaves ha demostrado que la crítica al medicamentazo no era demagogia, sino un ataque frontal al desmantelamiento del Estado de bienestar que lleva a cabo el Gobierno central. Por ello, la Administración andaluza afronta un gasto extra en un gesto de sensibilidad y compromiso con su ciudadanía, que no le correspondería si no estuviésemos ante un incipiente, premeditado y muy bien estudiado desmoronamiento del principio de solidaridad, igualdad y cohesión social, es decir, del controvertido Estado del bienestar.Cabe refutar al portavoz de Sanidad del PP, el farmacéutico J. G. García, al declarar sobre el contramedicamentazo: "...es una decisión propia de una república bananera, que en absoluto responde al interés de los andaluces"; valiente declaración e insultante para los ciudadanos andaluces y para los que apoyamos la medida, pues, al tomar la misma, el Gobierno andaluz ha demostrado su calidad de conciencia social, carente en el PP.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de septiembre de 1998