El Gobierno y los partidos han eludido referirse ampliamente al contenido del comunicado de ETA, del que han destacado especialmente su propuesta de tregua indefinida así como su pretensión de que los partidos vascos avancen en la dirección de un frente nacionalista y rompan las relaciones con los gobiernos de Madrid y París.No obstante, las cúpulas del Gobierno y los partidos han leído con mucho detalle el contenido del comunicado de ETA.
El comentario común, incluidos los de los nacionalistas democráticos, es que el comunicado se sitúa en posiciones extremas con una doble pretensión: lanzar a los sectores de ETA más reacios a la tregua el mensaje de que no hay claudicación y colocarse en posturas maximalistas con vistas a una posible negociación.
El Gobierno y los partidos no han querido hacer públicos sus análisis sobre el comunicado de ETA porque pretenden administrar sus respuestas a lo largo del tiempo en un proceso que, si superase el escollo de las elecciones vascas, puede ser muy largo.
Entre otras cuestiones llamativas del comunicado figura, según el Gobierno y los partidos, el reconocimiento por parte de ETA al PNV por considerar agotada la vía autonomista y la extensión a Francia como país implicado en el conflicto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de septiembre de 1998