El Departamento de Educación, que dirige Inaxio Oliveri (Eusko Alkartasuna) ha decidido no expedientar a la directora de la ikastola Toki Eder de Vitoria, tal y como pidió el responsable de Función Pública del Ayuntamiento de la capital alavesa, Alfredo González (UA), por haber expulsado el miércoles de la semana pasada a una trabajadora de la limpieza que no domina el euskera. Oliveri ordenó a la máxima responsable del centro, Araceli González de Langarika, que readmitiese a la empleada expulsada. La dirección del centro y una supervisora municipal, que acompañó a la trabajadora en su reincorporación a su puesto el pasado lunes, sostienen versiones contradictorias acerca de los motivos que motivaron su abandono definitivo ese mismo día. Según el informe que fue redactado por la supervisora, la directora, quien actúa en este sentido con el pleno respaldo del consejo escolar del centro, motivó un nuevo roce al vetar a la limpiadora el acceso a las aulas para dar recados. Sin embargo, la versión que fue facilitada por la ikastola al Departamento de Educación es diametralmente opuesta. "La directora ha comentado que la trabajadora de la limpieza le dijo que se sentía muy mal después del revuelo causado por la noticia en los medios de comunicación y que prefería no trabajar en el centro", aseguran fuentes del departamento. De momento, el consistorio ha dejado el puesto vacante y no tiene intenciones de sustituir a la trabajadora. La dirección de Toki Eder, por su parte, reiteró ayer que la prioridad de la ikastola es "conseguir que el puesto sea cubierto por una persona euskaldún". La situación de la empleada ha abierto un conflicto entre el Ayuntamiento de la capital alavesa y el Departamento de Educación, ya que el concejal de Función Pública del consistorio se ha negado hasta ahora a contratar, tal como solicita el Ejecutivo vasco, a una persona que domine el euskera para el citado puesto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de septiembre de 1998