El pregón del historiador cubano Eusebio Leal Spengler, con un llamamiento a la tolerancia y la paz, inició ayer las fiestas de la Mercè en un repleto Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona. A continuación, el alcalde, Joan Clos, dio por iniciadas las fiestas. Pese a que el día era lluvioso, centenares de personas aguardaban en la plaza de Sant Jaume la salida de los gigantes por las puertas del Ayuntamiento. Un centenar de okupas también se concentraron en la calle, donde realizaron una protesta con pitos.
En el pregón de Leal Spengler,responsable del programa de rehabilitación del centro histórico de La Habana, no faltaron las referencias a la historia de Cuba, que este año celebra el centenario de su independencia. Leal Spengler, buen conocedor de las relaciones entre España y Cuba, hizo un repaso de la historia de ambos países y especialmente de la relación entre su país y Cataluña. Recordó, por ejemplo, que algunos de los libertadores cubanos más destacados, como Carlos Manuel Céspedes, se formaron en Barcelona, ciudad que desde 1993 está hermanada con La Habana. Explicó que se encontraba en la capital catalana el día del regreso de Josep Tarradellas y que recordaba aquel "ja sóc aquí!" y el "indescriptible júbilo popular", que comparó al del 1 de enero de 1959 en Cuba, día en que triunfó la revolución de Fidel Castro. Añadió que intuye lo que es el seny: "Algo así como la seña de identidad, la prudencia, raciocinio y algo más". Leal Spengler también aprovechó el pregón para pedir a Barcelona "que con su prestigio, con su nombre, contribuya a deshacer el ciclópeo muro que se ha tratado de extender" en torno a Cuba. Tras el pregón, el alcalde dio por iniciadas las fiestas con un "endavant!". El pregón reunió a destacadas personalidades de la sociedad y la política catalana, en un acto al que asistió este año el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de septiembre de 1998