Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
GENTE

COMPUESTO Y SIN NOVIA

Todo parece indicar que Guillermo de Holanda, el príncipe heredero, se ha quedado sin novia. Sin que se sepan muy bien las causas, la relación que desde hace cuatro años mantenía con Emily, una joven plebeya hija de un dentista y para más inri de religión católica, parece haber llegado a su fin. La noticia que apareció en un diario sensacionalista, que citaba una fuente muy cercana a la casa real, se convirtió en pocas horas en comidilla de los medios de comunicación más serios del país. No en vano se estaba hablando de la que podía haber sido la reina de Holanda. Emily y Guillermo se conocieron mientras ambos estudiaban en la universidad y desde entonces las fotografías en las revistas del corazón han dado puntualmente cuenta de la marcha de su relación. La ruptura, que la Casa Real no confirma ni desmiente porque nunca la reconoció, ha pescado por sorpresa a mucha gente que en los últimos meses daba por sentado el anuncio de un compromiso oficial. El conocido rechazo de la reina Beatriz, a la que la relación nunca le hizo mucha gracia, se creyó superado cuando Emily apareció entre los invitados de la boda de Maurits, el sobrino de la soberana, que se casó con una joven sin sangre azul y también católica. Su enlace fue interpretado por todos como un ensayo general del de Emily y Guillermo.- ,

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de septiembre de 1998