Cuando tanto se habla sobre los medicamentos que debe pagar la Seguridad Social y los que no, me sorprende que no se preste idéntico interés a otras prestaciones igualmente importantes que en este momento están desatendidas por la sanidad pública. Me refiero a las prótesis auditivas, esos aparatos que permiten a las personas aquejadas de sordera aprovechar los restos auditivos que poseen para mejorar sus posibilidades de audición. En este momento, quien padezca este problema, sea niño, adulto o anciano, tiene que sufragarse de su bolsillo el costo de estos aparatos esenciales. Considero que esta situación debe corregirse con urgencia. Y si es verdad que con la reducción de medicamentos cubiertos por la Seguridad Social no se pretende un ahorro, sino atender a necesidades más urgentes, ahí tenemos.- . .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de septiembre de 1998