El Palacio Episcopal de Orihuela, un edificio barroco del siglo XVII declarado monumento histórico-artístico nacional a principios del XX, funcionará como Museo Diocesano cuando finalice la restauración iniciada por la Generalitat. Las obras comenzaron en enero, con un presupuesto de 640 millones de pesetas en su primera fase, que finaliza en mayo. La comisión mixta de seguimiento de la actuación, integrada por representantes de la Generalitat, la Iglesia y el Ayuntamiento local, se reunió ayer para solicitar al Consell un esfuerzo en la tramitación del expediente para posibilitar que la segunda fase de las obras, valorada en 460 millones, arranque inmediatamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de septiembre de 1998