El Gobierno de Bélgica rechazó ayer la dimisión de Louis Tobback, ministro del Interior, por considerar que "no es la manera más adecuada de asumir su responsabilidad política" por la muerte de una joven nigeriana a manos de la policía. Debido a ello, Tobback decidió ayer postergar su renuncia hasta la tarde de hoy para reflexionar.Semira Adamu, de 20 años, murió en la madrugada del martes cuando los agentes que la custodiaban para expulsarla a Togo intentaron acallar sus gritos con un cojín. La joven entró en coma y falleció después en un hospital de Bruselas. Era la sexta vez, desde marzo, que la policía intentaba deportar a Adamu, que pidió asilo en Bélgica para huir de un matrimonio arreglado por su padre con un polígamo de 65 años. El Consejo de Ministros belga analizó la crisis creada por la muerte de la joven y concluyó que "la dimisión del ministro del Interior convertiría en más difícil la continuación de la política de asilo que necesita Bélgica, así como otros países europeos".
El Gobierno añadió que la dimisión del ministro se impondría "de haber cometido una falta personal, si estimara no poder ejercer sus funciones o cuando la dimisión es apropiada para permitir la continuación de una política, pero no se dan ninguna de estas tres condiciones".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de septiembre de 1998