La política occidental en Kosovo está haciendo subir la adrenalina por primera vez desde el verano. En dos días, los gobiernos occidentales han impulsado una rotunda resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y, para el envío de las tropas de la OTAN, han autorizado a sus ministros de Defensa a señalar unidades específicas para una acción militar. (...) La necesidad de acción nunca ha sido más urgente. Han caído las primeras nevadas sobre las montañas de la provincia serbia, donde se estima que unos 50.000 refugiados albaneses duermen a cielo raso. La artillería serbia continúa bombardeando ciudades indefensas y desterrando a gente. En algunos casos las casas son quemadas, por lo que no pueden volver incluso cuando el fuego se ha extinguido. A pesar de reanudación de las conversaciones en Occidente, hay buenas razones para plantearse con escepticismo si será suficiente. (...) Milosevic tiene ya una larga historia de poner a prueba las iniciativas occidentales. (...) Sin embargo, la resolución de Naciones Unidas constituye un importante paso hacia adelante. (...) El llamamiento a un alto el fuego es claro, aunque la mayoría de lo que ha estado pasando en las últimas seis semanas no haya sido un combate. (...) Si se declara el alto el fuego debido a la resolución, la ONU deberá moverse rápidamente y enviar misiones de paz internacionales lo más pronto posible. Sería mucho más efectivo que todas las insinuaciones de ataque con misiles de la OTAN. (...)
25 de septiembre
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de septiembre de 1998