Carlos Garaikoetxea tuvo ayer una jornada muy movida en Madrid, inédita desde los tiempos en que fue el primer lehendakari del Gobierno vasco, de 1980 a 1984. Al mediodía almorzó en el Club Internacional de Prensa y por la tarde se trasladó a La Moncloa. Era la primera vez que la visitaba desde que gobierna José María Aznar. "No sé muy bien los usos de esta casa. Hace tanto tiempo...", dijo con un aire lejano al salir de su entrevista con Aznar.Garaikoetxea expresó la convicción nacionalista vasca de que el proceso de cese de las armas por parte de ETA es "irreversible" y ofreció tres argumentos: la sociedad no les perdonaría nunca una marcha atrás, tras la ilusión que se ha originado; los militantes de ETA están muy cansados, y, por último, hay muchos presos y exiliados que necesitan una solución.
El ex presidente del Gobierno vasco ofreció también la versión nacionalista del cese de las armas por parte de ETA. Desde el Gobierno y el PSOE se insiste en que las razones de la tregua son las movilizaciones sociales y la firme actuación policial y judicial, así como una rígida política penitenciaria. Pero para Garaikoetxea, la clave ha sido la "persuasión" de los más próximos.
Según Garaikoetxea, los argumentos políticos que desde la proximidad han realizado a HB y a ETA los partidos nacionalistas han sido la clave de la tregua. No quiso precisar ni ratificar si hubo o no contactos del PNV y EA con dirigentes de ETA. Pero quedó claro que los ha habido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de septiembre de 1998