Tengo 15 años y os voy a contar lo que me pasó durante las fiestas de Móstoles. Me levanté para ir a los encierros con unos amigos. Habíamos quedado en el parque rojo, a las siete de la mañana.Como siempre, los últimos en llegar fuimos nosotros. Borja y yo nos fuimos en la moto y los demás se fueron en el autobús.
Cuando llegamos a la plaza aparcamos la moto y nos encontramos con más personas.
Cada uno se fue por su lado y todos nos metimos en el encierro. Cuando sonó el petardo empecé a correr y, justo al entrar a la plaza, yo corría delante del toro, éste giró la cabeza y me corneó en la rodilla derecha, traspasándome la pierna. Ahora estoy en el hospital, donde llevo 11 días. Antes de hacer las cosas deberíamos pensarlas, y aconsejo a los más jóvenes que meterse en un encierro es peligroso y resulta más ventajoso ver los toros desde las barreras.- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de octubre de 1998