La práctica totalidad de la plantilla de Cetursa, la empresa que administra la estación invernal de Sierra Nevada, paró ayer simbólicamente durante 15 minutos para protestar por la paralización de las obras para construir una nave en donde realizar los trabajos de mantenimiento de la maquinaria pesada. Los operarios temen que el retraso les obligue a trabajar de nuevo a la intemperie bajo la nieve. Precisamente ayer, hacia las 15.30 cayó una suave nevada, la primera de la temporada, sobre la zona urbana de la estación, en Pradollano. La maquinaria pesada que se utiliza para mantener las pistas se encuentra en Borreguiles, la zona más alta de la estación de esquí. Por lo tanto, cuando es necesario reparar las máquinas no es posible bajar a las instalaciones cubiertas que tiene Cetursa en Pradollano. La única solución es acometer los arreglos necesarios al sereno, bajo la nieve y temperaturas bajísimas. Según explican los representantes de los trabajadores, tras "muchas reuniones con grupos políticos, Ayuntamiento de Monachil y ecologistas, y dos años de reivindicaciones, esta nave fue autorizada la pasada primavera". Sin embargo, y por causas, según UGT, "más políticas que de ninguna otra clase", las obras fueron paralizadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de octubre de 1998