El político demócrata-cristiano Wolfgang Schäuble inició ayer sus funciones como presidente de la CDU y jefe de la oposición, al entrar en la polémica con el Partido Social-Demócrata para desmentir las acusaciones según las cuales la Administración dirigida por Helmut Kohl no ha previsto la existencia de un agujero fiscal por valor de miles de millones de marcos en el presupuesto del año próximo.
Ingrid Mattäus-Maier y Oswald Metzger, expertos fiscales del SPD y de Los Verdes, respectivamente, criticaron la supuesta existencia de una previsión de gastos de 20.000 millones de marcos (en torno a 1,7 billones de pesetas) no respaldados por ingresos en el presupuesto del año próximo, que fue debatido antes de las elecciones del 27 de septiembre.
Sin embargo, el diario liberal Süddeutsche Zeitung, de Múnich, citando fuentes de las negociaciones de coalición que se celebran en Bonn, señalaba ayer que el agujero dejado por el ministro de Finanzas saliente, Theo Waigel, para el presupuesto de 1999 podría alcanzar 40.000 millones de marcos, es decir, el doble de lo contabilizado por los integrantes del nuevo Gobierno, en el supuesto de que la coyuntura económica empeore y que el Gobierno no organice cuidadosamente la reforma fiscal.
Waigel salió ayer al paso de las declaraciones de Mattäus-Maier y manifestó que las acusaciones sobre la falta de recursos del presupuesto "carecen de fundamento y no han podido ser verificadas por expertos del Ministerio de Finanzas" federal. La Ley Fundamental alemana prohíbe mantener un déficit presupuestario que supere las inversiones del Estado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de octubre de 1998