El ministro de Defensa, Eduardo Serra, admitió ayer a Radio Nacional que, con el descubrimiento de las escuchas del Cesid en la sede de Herri Batasuna en Vitoria, en marzo pasado, "se perdió una vía caudalosa de información". Matizó, no obstante, que es posible que, incluso si se hubiese mantenido este dispositivo, el Gobierno tampoco hubiera estado informado con antelación sobre la tregua de ETA, ya que los servicios secretos no investigan a los partidos democráticos."Si unos partidos democráticos, como en este caso los nacionalistas moderados, hacen determinadas cosas, no es de extrañar que no se tuviera conocimiento", agregó, en alusión a las conversaciones entre el PNV y HB. De hecho, el Gobierno fue informado del inicio de las conversaciones entre el PNV y HB gracias a las escuchas del Cesid en Vitoria. Su descubrimiento, aparentemente casual, no sólo obligó a desmantelarlas, sino que sacó a la luz pública la existencia de dichas conversaciones, hasta entonces mantenidas en secreto, y el PNV tuvo que reconocerlas.
La apertura del proceso judicial por las escuchas a HB puso también al descubierto la identidad de varios agentes del Cesid y causó graves daños en la red montada por el servicio de inteligencia en el País Vasco. Ello explica, según las fuentes consultadas, que la información que el Cesid facilitaba al Gobierno perdiese calidad. "No se sabía por parte del Cesid que se hubiera llegado a una tregua y, por tanto, no se dijo a ningún miembro del Gobierno", agregó Serra.
El ministro negó, por otra parte, que se haya aplazado hasta la próxima legislatura la aprobación de la ley que dará cobertura judicial a las escuchas del Cesid. Tras recordar que antes del verano inició consultas con los grupos parlamentarios sobre este proyecto, dijo que la inminencia de las elecciones vascas aconseja suspender temporalmente dichas conversaciones, con la intención de reanudarlas tras el día 25.
De su lado, el coordinador de la Presidencia de Izquierda Unida, Víctor Ríos, calificó de "ridículo" que Serra atribuya al descubrimiento de las escuchas del Cesid en Vitoria la falta de información sobre la tregua de ETA.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de octubre de 1998