Dos embarcaciones de la policía de Gibraltar volvieron a hostigar en la madrugada de ayer a un pesquero de Algeciras (Cádiz), el Cabo Negro, que estaba faenando en aguas próximas al Peñón. De esta manera, Gibraltar vuelve a romper el acuerdo alcanzado entre las diplomacias española y británica. El Ministerio de Asuntos Exteriores reconoció ayer que hay "tropiezos" en la aplicación del acuerdo entre los dos gobiernos, informa Efe. El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores algecireña, Manuel Blanco, aseguró que el barco se encontraba en las aguas en litigio cuando llegaron las patrulleras y le obligaron a marcharse.
Los representantes del sector anunciaron que, en caso de que se produzcan más incidentes, harán concentraciones ante la verja de Gibraltar con carácter indefinido y que los pescadores están dispuestos a cortar, al igual que ya hicieran a principios de este conflicto, los accesos al Peñón.
Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, dijo ayer en Cádiz que es "incomprensible" que el Gobierno gibraltareño no respete los acuerdos alcanzados. "El marco del acuerdo ya está. Inglaterra es la que tiene las competencias para decirle a Gibraltar lo que tiene que hacer", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de octubre de 1998