La puesta en marcha del nuevo espacio aéreo de Barajas se estrenó ayer con un aprobado raspado. Sólo el 54% de los vuelos partió a la hora prevista, frente al 70% de las jornadas anteriores. Los vuelos arrastraron durante todo el día un retraso medio de 21 minutos, nueve minutos más que en jornadas anteriores, lo que supone un incremento del 75% en los tiempos de espera de los usuarios.Pese a estas molestias, el caos no se instaló en el aeropuerto madrileño tal y como vaticinaron sólo un día antes los portavoces del sindicato de pilotos (Sepla). Los aviadores habían anunciado que la puesta en marcha del nuevo espacio aéreo se había hecho con improvisación, pues ellos no habían recibido las nuevas rutas de navegación con suficiente antelación. Este inconveniente obligaba a los pilotos a "estudiar" los nuevos planos con detenimiento antes de subirse al avión, lo que ocasionaría retrasos. Aseguraron que iban a tomar esta decisión por "la seguridad de los pasajeros" y que lo hacían muy a su pesar, aunque provocase demoras no esperadas.
El aeropuerto tenía previsto cancelar ayer un total de 10 vuelos, como consecuencia de las pruebas del nuevo espacio aéreo. Las suspensiones estaban pactadas con las compañías aéreas. Dada la buena marcha del aeropuerto durante todo el día, no fue necesario suspender ninguna operación más, según un portavoz de Barajas.
De los 635 vuelos programadas hasta las nueve de la noche de ayer, 337 partieron en la hora anunciada, mientras que 298 salieron con demora. De estos últimos, 157 acumularon retrasos que oscilaban entre los 16 y los 30 minutos, mientras que otros 141 superaron la media hora de retraso.
El director del aeropuerto, José Sedano, calificó el primer día de ajustes -cuyas pruebas se extenderán hasta el 16 de octubre- de "normal y dentro de los cauces previstos". Y detalló que no se produjeron aglomeraciones en las terminales ni hubo incidentes entre los colectivos implicados en la operación. Sedano destacó que las declaraciones alarmistas de los pilotos habían sido corregidas por el propio colectivo, al advertir que la seguridad está por encima de todo.
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Pilotos protagonistas
30.000 viajeros sufrieron una demora inusual en los vuelos por el estreno de las nuevas rutas
El director del aeródromo, José Sedano, recalcó que Barajas había respondido "muy positivamente a lo que se había programado". "Y las medidas tomadas han dado unos excelentes resultados", señaló. Sedano agregó que, "sin duda, el protagonismo es para los pilotos y controladores, que, una vez más, han demostrado una cualificación y profesionalidad máximas".Hasta el día 16 de octubre, fecha en la que termina el periodo de adaptación al nuevo espacio aéreo, el aeropuerto de Madrid, para garantizar la seguridad de todos los usuarios, ha previsto la cancelación de 127 vuelos (10 de ellos, suspendidos ayer) y otros 20 han sido trasladados de hora, lo que en conjunto representa menos del 2% del total de los vuelos programados para esta semana.
Las compañías aéreas fueron informadas de estos cambios el pasado mes de julio y desde entonces han colaborado siguiendo los criterios marcados por el aeropuerto, según los responsables del aeródromo madrileño.
Asimismo se ha reforzado el equipo de atención al público, que se reconoce por sus chaquetas verdes, con el fin de atender las necesidades de los pasajeros y reducir las posibles molestias. Fuentes del aeropuerto recordaron que el horario del personal de tierra fue ampliado para atender el posible aumento de la demanda de información de los viajeros.
Iberia, por su parte, llegó a acuerdos con los hoteles cercanos para acoger a los posibles pasajeros cuyos vuelos hubieran sido suspendidos. Igualmente aumentó su personal de atención a los usuarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de octubre de 1998