El consejero de Gobernación, Xavier Pomés, aseguró ayer que el hecho de que no haya comisarías de los Mossos d"Esquadra en todos los pueblos no significa que vaya a disminuir la atención policial. Pomés respondió así a algunos alcaldes de la provincia de Lleida, preocupados porque próximamente los mossos sustituirán a la Guardia Civil. Estos ediles expresaron su temor por el cambio, ya que el modelo de despliegue de los mossos no prevé disponer de cuarteles en cada pueblo, a diferencia de la Guardia Civil, sino la concentración de agentes en comisarías comarcales. Pomés explicó que esta semana el director de Seguridad Ciudadana, Xavier Martorell, de quien dependen los 4.500 mossos, se ha reunido con representantes de los consejos comarcales y los ayuntamientos. Además, añadió el consejero, tres mandos de la policía autonómica han visitado a los alcaldes "para recoger información sobre las necesidades policiales que deben atenderse". El consejero dijo que el sistema de patrullas, que funciona en la Garrotxa y el Ripollès, ha demostrado que no tener un cuartel al lado de casa no supone que no se disponga de una atención policial eficaz y rápida. "Este modelo supone no tener que desplazarse a la comisaría para presentar denuncias", precisó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de octubre de 1998