Aprovechando el alto el fuego de ETA, sería bueno que también María Antonia Iglesias nos concediera una tregua de entrevistas a Margarita Robles. Dos en tres meses resultan un poco demasiado y además no le dan tiempo a la señora Robles para ampliar su documentación sobre el País Vasco. A este paso, por culpa de tantas entrevistas, se va a quedar como está ahora: sin tener ni repajolera idea del tema del que tanto habla.- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de octubre de 1998