La rehabilitación arquitectónica del Patrimonio Nacional no debe dejarse en manos de la iniciativa privada, como está haciendo el PP, recomendó ayer el secretario de Cultura del PSOE, Joaquín Leguina. "Los encargos recaen en empresas privadas que, sin estudios previos, se lanzan a rehabilitar proyectos que mueven entre los 300 y 1.200 millones de pesetas, con plazos de redacción de 30 días y una memoria descriptiva limitada a cuatro folios", se quejó. La labor de rehabilitación tiene que ver con la ciencia, que siempre se ha llevado muy mal con la imagen y "el escaparatismo del PP", según el político socialista.
"El PP está logrando acabar con el Instituto de Patrimonio Histórico Español (IPHE), no usa sus laboratorios ni sus técnicos y no tiene adscrito ningún proyecto", continuó. Además, advirtió que el Gobierno está abandonando proyectos de conservación como el Monasterio de Yuste, las cuevas de Altamira o el Monasterio de Silos. A la pregunta de si el PSOE ha elaborado alternativas, respondió: "Ya las anunciaremos".
Por otra parte, el director de teatro Albert Boadella declaró ayer que la política cultural del PP "no es nociva ni sectaria, en contra de lo esperado".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de octubre de 1998