El Gobierno de EE UU anunció ayer que los siete principales fabricantes de motores diesel para camiones han acordado pagar más de mil millones de dólares -unos 140.000 millones de pesetas- a cambio de no ser sometidos a juicio por el delito de contaminación del aire. La cifra incluye una multa de 83 millones de dólares, la más alta de las impuestas hasta ahora en este país por haber violado la ley para la protección del aire.
Según el acuerdo, las compañías -Cummins, Caterpillar, Detroit Diesel, Navistar y Mack Trucks (filial de Renault VI)- tendrán que gastar 850 millones de dólares en la puesta a punto de nuevos motores diesel más limpios y la modernización de los ya existentes. Además tendrán que invertir 109,5 millones en proyectos para la mejora del medio ambiente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de octubre de 1998