Confirmado: lo latino vende por los dominios del Tío Sam. Ya no es sólo que nuestro enmascarado Antonio Banderas vaya desatando pasiones en su calidad de El Zorro. También las tiendas de discos han capitulado y en sus anaqueles proliferan los apellidos terminados en ez. El último episodio de esta conversión lo protagoniza Ryko, un sello de culto en la escena estadounidense (en su catálogo figuran Morphine, Richard Thompson y casi todo Frank Zappa) que ha terminado por abrir la filial Ryko Latino. Sus tres primeras referencias son Tambó, un mítico álbum de Al Santiago (1975) con piezas de Tito Puente o Chico O"Farril; Regalo del ciego, un clásico de la banda de Alfredo Rodríguez, Son de la Loma, y Tipiqueros, una "descarga charanguera" a cargo de una formación asentada en Los Ángeles, Bongo-Logic. Y para los próximos meses se anuncian nuevos lanzamientos de pálpito hispano, como el del trombonista Jimmy Bosch o un homenaje al jugador cubano de béisbol Roberto Clemente, un ídolo local fallecido hace ahora 25 años. Definitivamente, Norteamérica chapurrea español, aunque sea para tararear estribillos como Mientras yo viva, María ya sabe bailar o el melodramático No sangres, corazón.- ,
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de octubre de 1998