Los tres grupos de la oposición municipal de Córdoba, IU, PSOE y mixto, impusieron ayer al equipo de gobierno del PP aplazar la aprobación de las ordenanza fiscal para 1999 que recogía una subida del 1,8%, el IPC previsto para el año próximo, excepto para el Impuesto de Bienes Inmuebles, que se incrementará según dicten los Presupuestos Generales del Estado. La falta de negociación de estas ordenanzas por parte del gobierno del PP con el resto de las fuerzas políticas -no ha habido ni un solo contacto para consensuar la actualización de los impuestos- ha sido la causa principal para que el proyecto de renovación de los tributos quedara sobre la mesa hasta el próximo pleno, que se celebrará el 5 de noviembre. La oposición criticó que el equipo de gobierno no haya cumplido su compromiso electoral de congelar los tributos, así como que no se haya aprobado aún la renovación del callejero fiscal, que, en opinión de esos grupos, provoca desigualdades entre los contribuyentes. Para el PSOE, con el proyecto de ordenanzas rechazado "se pretende recaudar más de forma más insolidaria". Para IU, el documento llegaba al pleno sin un informe del Consejo Económico y Social y representado una fuerte presión fiscal sobre el ciudadano "que luego no se ve plasmado en la eficacia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de octubre de 1998