Los mercados hicieron ayer gala de toda la volatilidad que se les supone, pero no en cuanto a la evolución de los precios, sino con su valoración de la situación internacional después de que e] Gobierno de Brasil aprobara su plan de ajuste y los inversores norteamericanos dieran su visto bueno.
La Bolsa de Nueva York dio por bueno el plan en la jornada del jueves y para el cierre de la semana contaba con unos datos económicos inesperados que parecen indicar que la crisis internacional no va a afectar tanto como se esperaba a Estados Unidos o que ya se ha absorbido el efecto.
Los inversores españoles se sumaron a la celebración a una velocidad que deja fuera de cualquier valoración posible los logros o defectos de la situación interna, lo cual encaja más con el criterio de los que piensan que las tendencias son cada vez más globales, in dependientemente de lo que piensen o digan los dirigentes locales.
Si la crisis financiera puede pararse, la recuperación de confianza por parte de los mercados puede hacer más por ello que todos los planes de ajuste, y en esto están de acuerdo la mayoría de los analistas, aunque también insisten en que sin esos planes sería difícil recuperar la tranquilidad.
Para bien de los mercados, esta vez hay que decir que unos por otros, la casa se ha barrido, al menos aparentemente, y que éste parece un buen momento para plantearse estrategias futuras.
La Bolsa de Madrid recuperó en esta sesión un 2,83%, 21.26 puntos, que permiten a su índice general ganar un 12,20 en el mes de octubre y ofrecer una subida de más del 20% —el 21,99%— en el año. Para la mayoría de los observadores, más que la fe en los resultados de los planes puestos en marcha en Japón y Brasil, ha sido la propia capacidad del sistema para poner en marcha esos planes lo que ha conseguido animar a los inversores a volver a los mercados financieros.
Los precios de la deuda se orientaron a la baja debido a la demanda de fondos en renta variable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de octubre de 1998