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Expediente al Ayuntamiento de Benalmádena por abrir un camino para una telecabina

El proyecto del Ayuntamiento de Benalmádena (Málaga) de instalar una telecabina que llegue hasta el monte Calamorro ha empezado con mal pie. La Junta le ha abierto un expediente sancionador al consistorio por haber vulnerado la normativa de protección al abrir un camino sin el preceptivo informe medio ambiental. El ayuntamiento se expone a una sanción de uno a 10 millones de pesetas. Según el delegado de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, el consistorio "abrió una vía de penetración en el monte sin ningún tipo de proyecto, sin anexo ambiental y sin pasar por la comisión interdepartamental", formada por las delegaciones de la administración autónoma. "Como han empezado a hacer una obra de acceso antes (de que esté autorizada) -pero no sabemos si tiene relación con el proyecto porque desconocemos el proyecto- le hemos abierto un expediente sancionador por vulneración de la normativa de protección ambiental", añadió. El alcalde, Enrique Bolín, se defendió: "Yo he hecho el camino antes de tiempo, puede que lo haya hecho mal, pero no tan mal. Las competencias son mías y el monte es del ayuntamiento. No hay ninguna transgresión. No se ha hecho ninguna barbaridad, sino que se ha mejorado un sendero existente". El regidor argumentó además que la delegación de Medio Ambiente dio el visto bueno "verbal" a la de Transportes, la otra consejería que debe pronunciarse sobre el proyecto. Además, el primer edil adujo que la apertura del camino fue una exigencia de Medio Ambiente para la instalación de la telecabina. "A lo mejor tendríamos que haber esperado un poco, pero el monte es del Ayuntamiento", insistió Bolín. El alcalde agregó que la "mejora" del sendero no sólo fue acometida de cara a la construcción del telesférico, sino también para que los vecinos puedan acceder y disfrutar del monte. "Es una competencia municipal y punto", sentenció. Trillo no comparte ese criterio: "Es un camino que por su extensión, los terrenos en los que se realiza y las pendientes que tiene, obligan a que previamente se vean las afecciones ambientales".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de noviembre de 1998