Los fines de semana continúan siendo peligrosos para los conductores de la empresa De Blas de la línea 520, que une Alcorcón y Móstoles. El pasado sábado, un chófer de este servicio fue agredido por varios jóvenes que salieron de una discoteca del centro urbano de Alcorcón y que empezaron a montar jaleo en el autobús. Los dos vehículos de transporte requirieron escolta policial hasta Móstoles.Los hechos, según la propia empresa, ocurrieron sobre las once de la noche, cuando un grupo de jóvenes subió al último autobús de la línea, tras dejar la discoteca Vogue. Comenzaron a gritar y a meterse con el conductor. En un momento de descuido de éste empezaron a golpearle en la cabeza y en el cuerpo. El chófer no pudo defenderse al encontrarse dentro de la cabina. Mientras, otros jóvenes se dedicaron a pintar con grafitos todo el autobús.
El conductor pidió ayuda policial por la emisora de radio. Dos coches de la Policía Municipal acudieron a la parada de Renfe de Alcorcón, donde estaban parados los autobuses en espera de los agentes. "Es el plato típico de todos los fines de semana, en especial de los viernes y sábados. Se aprovechan de que el conductor no puede moverse para emprenderla con él", comentó un portavoz de la empresa De Blas. En febrero, la línea 520 circuló durante los fines de semana con protección policial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de noviembre de 1998