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Entrevista:MIGUEL GUTIÉRREZ JEFE DE PSIQUIATRÍA DEL HOSPITAL DE CRUCES

"Más gente de la que debiera visita al psiquiatra"

La Unidad de Psiquiatría del Hospital de Cruces recibirá hoy mismo a sus primeros pacientes. Allí serán atendidos de urgencia o quedarán ingresados hasta que puedan volver a su casa o deban ir a un hospital psiquiátrico. El jefe de este nuevo servicio hospitalario, Miguel Gutiérrez (Vitoria, 1948), es un ferviente defensor de que los enfermos psiquiátricos sean tratados exactamente igual que el resto de los pacientes. Pregunta. ¿Existen aún manicomios como el de Alguien voló sobre el nido del cuco? Respuesta. En Euskadi de ninguna manera. Se cerraron hace 15 años a raíz de la reforma de la atención psiquiátrica. Se crearon alternativas antes de cerrar esos servicios, no como en otras zonas de España donde muchos enfermos fueron trasladados de modo indebido a unidades de hospitales generales donde no se beneficiaron de los tratamientos disponibles. Otra mucha gente acabó en la calle sin alternativa de tratamiento. P. ¿Entre los sin techo de Euskadi no hay enfermos mentales? R. No, porque además hay una red paralela de servicios sociales muy potente que los acoge. También existen pisos, pensiones protegidas, centros donde durante el día participan en un programa de rehabilitación, etcétera. P. ¿Qué proporción de las enfermedades mentales se puede curar? R. Más que la mayoría de las especialidades médicas. Más que las dermatológicas o neurológicas y tanto como las cardiológicas. Hay que romper el tópico. Un porcentaje importantísimo de quienes consultan a un psiquiatra por un problema resuelve sus problemas. P. El 2,8% de los vascos consultó a un psiquiatra el año pasado. ¿Proliferan los enfermos mentales o se ha desatado la moda de ir al psiquiatra? R. Creo que la incidencia es similar a otras sociedades. Pero como la red de salud mental [en Euskadi] es más próxima al ciudadano, son más los que acuden. Sí es cierto que más gente de la que debiera visita al psiquiatra. A veces problemas de la vida cotidiana llegan, cuando no debieran. Es una opinión estrictamente personal y no compartida por un gran sector de la profesión. P. ¿Qué problemas son? R. ¿Una niña que se escapa de casa tiene que ir al psiquiatra? Tendrá que acudir a un amigo, una profesora, un cura, lo que le dé la gana. No es lo mismo estar triste que deprimido. Todo esto hace que una importantísma parte de los recursos que debieran ser destinados a enfermos mentales más graves se dispersen en asistencia de enfermos leves. P. En 1996, Cataluña destinaba 2.500 pesetas por habitante a psiquiatría; Euskadi, 7.500 y Holanda, 24.000. R. Uno tiene que vivir de acuerdo a sus posibilidades. Éste no es un país rico y la gente lo tiene que saber. Francamente, no creo que falte dinero. P. Con el fomento de los tratamientos ambulatorios, buena parte de la carga recae en la familia. ¿Tienen los familiares suficiente ayuda pública? R. Es un asunto clave que la sociedad tendrá que prever, porque muchas enfermedades psiquiátricas graves, como la esquizofrenia, tienen una expectativa de vida muy alta, superior a la media. A los 40 o 50 años se quedan sin padres y pierden un apoyo básico en todos los sentidos. Es un problema grave. Por eso es importante ayudar a las asociaciones de familiares, qué duda cabe. P. Piden a las instituciones ayuda social y sanitaria. R. Son crónicos y la medicina no va a poder ayudarles más. La sociedad tiene que generar unos espacios para atenderles y darles una calidad de vida aceptable. Es una de las asignaturas pendientes. No obstante, se están haciendo esfuerzos importantes como el aumento de los servicios sociales. P. ¿Todavía están discriminados los enfermos mentales? R. En términos generales, sí, aunque menos que antes. Subsisten muchos tópicos. Teóricamente, considerar a un enfermo mental como un delincuente es una solemne majadería. Es más a menudo objeto de delincuencia que delincuente. Habitualmente no son peligrosos. P. ¿Ha cambiado su perfil? R. La toxicomanía ha provocado que muchos jóvenes, que teóricamente no hubieran padecido patologías psiquiátricas, las padezcan. P. ¿Cómo ve los servicios psiquiátricos en 20 años? R. Hace unos meses hubo una reunión de representantes de las autonomías, asociaciones profesionales,...Me consta que una de las conclusiones trasmitidas al ministro de Sanidad es que el modelo a seguir es el de Euskadi. Yo creo que hay que seguir avanzando. Mi modelo es considerar a la psiquiatría como un especialidad médica, exclusivamente. Y garantizar la continuidad de cuidados, en todos los órdenes no sólo médicos. P. ¿La ciudadanía debe tomarse un respiro? R. Sí, no me cabe duda. Cada uno debe aprender a sacar partido a lo que tiene. La ambición pierde a mucha gente y hace perder la salud.

"Considerar a un enfermo mental como un delincuente es una solemne majadería"

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de noviembre de 1998