De los 10.000 kilómetros de litoral marítimo que posee España, desde la entrada en vigor de la Ley de Costas hasta el 14 de octubre de este año se han deslindado 5.563 kilómetros. Los que están en tramitación no se concluirán hasta dentro de tres años, por culpa de los recursos. Cada tramo de siete kilómetros implica alrededor de 200 expedientes.La deslinde de Ibiza y Formentera ha sido impugnado ante la Audiencia Nacional por el Gobierno balear. Desde Abel Matutes y Gabriel Cañellas a José María Gordillo o Juan José Bonet, cuyos intereses defiende el abogado Antonio García Trevijano, grandes y pequeños hacendados recurren la aplicación de la ley.
Marín (42 años, segoviano) es teniente coronel de la Armada, puesto al que desea retornar cuanto antes. "En Costas sólo se puede estar dos años; si los superas, eres proclive a tirar la toalla o sucumbir a las tentaciones de promotores y ayuntamientos para saltarse la ley. Las presiones son fortísimas", dice rodeado de recortes de prensa con artículos insultantes por no ampliar puertos o reconstruir playas.
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"Tenemos que llegar a un consenso nacional para frenar la construcción de nuevos puertos. Soy partidario del crecimiento cero. El primer recurso de la nación es el turismo. Aporta un 10,7% del PIB. Si hacemos más puertos, nos las cargamos. Todos quieren más". Y pone el ejemplo de Motril, cuyo alcalde le ha retado para ampliarlo. "Nos hemos gastado 2.000 millones en paliar el impacto del puerto actual. Su antecesor, Fernando Osorio, se opuso a ampliarlo en 1995. Ahora que es director de Puertos le parece bien. No lo entiendo". Marín alaba a Asturias por ser la única autonomía que en lugar de poner trabas a la ley aumentó de 100 a 200 los metros del dominio público de su litoral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de noviembre de 1998