La hormona femenina estradiol protege a las mujeres contra el infarto porque evita la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad o colesterol, asociadas con la formación de placas de ateroma que obturan las arterias. Investigadores de la Universidad de Emory ofrecen ahora una explicación a este fenómeno: altas concentraciones de estradiol aumentan los niveles de una enzima denominada mieloparoxidasa, que interviene en la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de noviembre de 1998