¡Qué empeño en que los bares tengan que estar abiertos aquí hasta tan tarde! En Europa cierran bastante antes. Los horarios tan tardíos que nosotros sufrimos en esto y que tantas perturbaciones causan resultan poco democráticos. Lo de las copas, que acabe antes, y el que quiera (aunque buena falta hace que disminuya el alcoholismo juvenil), que empiece a tomarlas más pronto, sin que se sacrifique el derecho al descanso nocturno y menos aún cuando, al sacrificar ese derecho, se sacrifican también el derecho al trabajo y el derecho al ocio diurno. Y esos jóvenes a los que se les incita a la agitación callejera por hora más, hora menos en el cierre de los bares, harían bien en inquietarse y preocuparse por cosas de más trascendencia, que, ciertamente, no faltan.- Delegada de Alternativa Juvenil Progresista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de noviembre de 1998