El Departamento de Bienestar Social de la Generalitat de Cataluña ha clausurado en los dos últimos años un total de 21 geriátricos al haber detectado irregularidades en la alimentación e higiene de los ancianos residentes. La totalidad de estos centros fueron previamente inspeccionados y expedientados, pero, al persistir las irregularidades, se acordó su cierre.Esta medida responde al mayor control que ejerce la Administración catalana sobre los geriátricos después de que a principios de los años 90 saliesen a la luz las condiciones infrahumanas en las que vivían los ancianos de la residencia Alba de Barcelona y se investigara la muerte de varios ancianos en otro geriátrico de Reus.
El último caso ha sido el geriátrico Los Ángeles, en el municipio barcelonés de Caldes d´Estrac. Una inspección constató que el asilo estaba sobreocupado y que se daba un trato humillante a los ancianos, pues muchos de ellos dormían en colchones tirados en el suelo de los lavabos. La directora del asilo fue destituida e inhabilitada a perpetuidad. Los 14 empleados del centro, la mayoría de los cuales eran familiares de la directora, también fueron sustituidos.
En Cataluña hay 882 geriátricos públicos y privados, con una capacidad de 25.835 residentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de noviembre de 1998