Los asesinatos perpetrados por curas siempre han tenido una gran repercusión entre la gente. Que un sacerdote católico viole el quinto mandamiento de su fe suele dar origen a un reguero de habladurías morbosas. En la España del siglo XVIII hubo varios homicidios cometidos por clérigos que conmocionaron a la sociedad. La Universidad de Sevilla ha iniciado la publicación de una serie de libros dedicados a este tema. Los autores de la serie Clérigos homicidas en el siglo XVIII son María Regla Prieto, licenciada en Filología Clásica, y Salvador Daza, profesor del Conservatorio de Sevilla. El primer volumen de esta serie es Proceso criminal contra fray Pablo de San Benito en Sanlúcar de Barrameda (1774). El protagonista de este primer libro de la serie era un carmelita descalzo. Fray Pablo de San Benito apuñaló en la puerta de la Iglesia del Carmen a la joven de 18 años María Luisa de Tassara. El juicio de este crimen supuso un choque entre los fueros y privilegios de los clérigos de la época y la justicia civil. El proceso de Sanlúcar creó jurisprudencia. El libro de Daza y Prieto ofrece un extracto y un estudio de la causa criminal contra el fraile; varios documentos anexos; y dos apéndices, en uno de los cuales figura la interpretación que hicieron del asesinato varios escritores. Daza ve dos factores claves en este tipo de homicidios: Una "reacción" de la Iglesia contra las medidas de Carlos III, que puso coto al crecimiento de las órdenes religiosas, y el hecho de que hubiera "gente humilde y sin futuro" que entraba en las órdenes religiosas porque no "tenía otras salidas". "Era gente de baja estofa que se enamoraba de una niña y salían a relucir sus instintos más primitivos", concluye Daza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de diciembre de 1998