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TRIBUNALES

El acusado de matar a un cura en Santa Pola alega que actuó drogado

Vicente Jiménez Botella, de 31 años, se confesó ayer ante la Audiencia de Alicante autor del asesinato de Salvador García, un sacerdote de 70 años al que golpeó, apuñaló, estranguló y quemó en su casa de Santa Pola. La fiscal pide 25 años de cárcel para Jiménez, y la acusación particular 51. La defensa argumenta que el acusado es drogadicto, lo que debería rebajar la pena. Reconocido el delito, el jurado deberá decidir si el procesado era consciente de lo que estaba haciendo o si sus facultades mentales estaban perturbadas por las drogas. La acusación considera que Jiménez, a pesar de haber consumido drogas, sabía lo que hacía ya que se ensañó con el sacerdote. El asesinato se produjo en la madrugada del pasado 7 de febrero. El acusado tenía unas llaves de la vivienda, ya que su ex mujer limpiaba en casa de la víctima. Una vez en el piso, robó 20.000 pesetas, y cuando el cura se despertó le golpeó, le acuchilló 10 veces e intentó estrangularle. Luego provocó fuegos en varias partes de la casa. Jiménez precisó ayer que había tomado drogas y que sólo quería robar, pero que al despertarse García le atacó para que se callara.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de diciembre de 1998